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Una historia tejida con amor, que hoy se transforma
CountryFolk nació allá por 1996, en una época donde lo hecho a mano tenía un encanto especial y el estilo country llenaba los hogares de ternura, recuerdos y simpleza. Lo que comenzó como un hobby —una forma de desconectarme del mundo y reconectarme conmigo misma— pronto se convirtió en un refugio. Un espacio donde podía crear con las manos… y, sobre todo, con el corazón.
Mis hijos eran pequeños. Vivíamos inmersos en la dulzura de los días simples: meriendas compartidas, cuentos antes de dormir, risas que llenaban cada rincón de la casa. En medio de esos momentos, encontraba ratos para mí. Para pintar, coser, bordar, dar forma a pequeñas piezas que hablaban de hogar, de amor, de calidez. Así empezó a crecer CountryFolk: silenciosamente. A mi ritmo. Sin fórmulas. Sin estrategias. Solo con la intención de crear algo verdadero. Con el tiempo, ese esfuerzo fue dando frutos. Comencé a vender en locales, con muy buena respuesta. Cada venta era una confirmación de que lo que hacía llegaba al corazón de otros. Ese reconocimiento me impulsó a seguir, siempre fiel a mi esencia.
Los años pasaron, mis hijos crecieron… y yo también. Ellos empezaron a necesitarme desde otro lugar, y en ese nuevo espacio, aquello que fue un pasatiempo se convirtió en un proyecto con alma propia. Una voz. Un propósito. Un lugar desde el cual compartir belleza, y también parte de mi historia.
El mundo también cambió. Llegó Internet, las redes sociales, y nuevas formas de mostrar lo que hacemos, de conectar. Al principio fue intimidante —ese salto al universo digital— pero me animé. Aprendí, me reinventé y abracé lo nuevo sin perder mi esencia. Comencé a contar lo que hacía, a tejer redes reales con personas que valoran lo mismo que yo: lo auténtico, lo humano, lo hecho con amor.
Hoy, después de tantos años, siento una gratitud inmensa.
Gratitud por lo vivido, por lo aprendido, por todo lo que este camino me permitió ser.
Porque lo que parece un cierre… en realidad es un comienzo.
Así nace Aramis Boutique: una evolución natural de todo lo construido. Una marca que conserva el alma de CountryFolk, pero que refleja quién soy hoy. Más conectada con una forma de crear más consciente, más libre, más plena. Más cerca de lo esencial. Más cerca de la naturaleza y de la calma que me rodea… esa que me permite respirar en paz.
Y ahora, mientras me preparo para ser abuela, ese amor indescriptible que siempre he llevado dentro se hace aún más grande. Es como si el universo me diera una nueva oportunidad de vivir el amor en su forma más pura, más simple, más profunda.
Cada creación, cada gesto, ahora tiene un nuevo sentido.
En Aramis Boutique vas a encontrar objetos con alma: decoración inspirada en el estilo cottagecore, piezas creadas con procesos que honran la tierra y el tiempo. Objetos que no siguen modas pasajeras, sino que celebran la calma, la naturaleza, lo eterno. Creo profundamente en crear de forma sustentable, con respeto por los materiales, por el entorno, y por quienes crean.
Cada pieza que nace en Aramis Boutique es más que un producto: es una invitación a vivir más despacio, más liviano, más cerca de lo que realmente importa. Porque lo esencial sigue siendo lo mismo: el amor por los detalles, la calidez de lo hecho a mano, y esa búsqueda constante de belleza en lo simple.
Gracias por haber sido parte de CountryFolk.
Gracias por tantos años, tantas historias, tanto amor compartido.
Con todo mi corazón, te invito a acompañarme en este nuevo comienzo.
Bienvenido/a a Aramis Boutique.
Donde lo simple es esencial, y cada objeto, único, tiene algo para contarte.